ANTONIO CUBILLO O EL
IRREDUCTIBLE PATRIOTA (I)
En el mismo año de 1962 que
Antonio iniciara el forzado exilio escapándose
de las garras de la dictadura española a Marruecos, luego a París y Moscú. Una
iniciativa para atraer turismo de masas, que se extendería por todo el
Archipiélago, llegaba a Canarias ocupando buena parte del suelo cultivable y desplazando
los sistemas productivos tradicionales, con irreversibles efectos psicosociológicos
sobre la población y domesticación política, del que se hiciera eco en 1980 el
profesor Manuel Alemán en “Psicología del hombre canario”, marcados por un periodo de autarquía y emigración, que se agudizó con la
crisis del petróleo de 1973. Esta situación determinaría el apoyo y la
capacidad de respuesta de los compatriotas en el interior y su correspondencia
con la cobertura de la acción en el exterior del movimiento independentista.
La novedosa terciarización de la
economía se iba prestando como argumento principal de confrontación entre los
distintos sectores socioeconómicos e ideológicos y como aliado objetivo de aquella
otra dictadura, hoy mutada por una falsa democracia que niega nuestros derechos
nacionales. Aquél “horizonte” de nuestra miseria colonial nos mantenía embelesados,
disuadiéndonos con el nuevo “bienestar” o reprimiendo cualquier aspiración de
libertad. Una realidad que discurría contraria a los principios y resoluciones
1514 y 1515 de 1960 de las Naciones Unidas, también signadas por España, en la que la Asamblea General “Proclamaba solemnemente la necesidad de
poner fin rápida e incondicionalmente al colonialismo en todas sus formas y
manifestaciones”. Necesidad que la dirección del MPAIAC puso en valor con
su acción política y diplomática sin hostilidad alguna durante más de diez años
promoviendo iniciativas de entendimiento con España y Referendum para la
descolonización que el trilerismo diplomático español y la escalada represiva, con
resultado de muertos, frustró toda esperanza política negociada, forzando a la
organización patriótica a elevar la denuncia y llamar la atención internacional
por medio de la propaganda armada, en septiembre de 1976.
En aquél momento álgido de la
historia africana y de convulsa situación en las Islas, con gran conflictividad social y represión política y sindical.
Arribó D. Antonio Cubillo en 1963 a Argel, al siguiente año de que más de un
millón de muertos contribuyeran a la descolonización argelina de Francia y fuera
nombrado Presidente de la joven República, Ben Bella, quién contribuyó
decididamente en favor de la causa canaria representaba por Cubillo, en la
misma lógica revolucionaria que prestó a Nelson Mandela y al Che para su lucha
en el Congo. Las aspiraciones de liderazgo panafricano de los dirigentes
argelinos daban cabida a quiénes abanderaran el enfrentamiento con cualquier
forma de colonialismo y las condiciones geopolíticas resultante de la “guerra
fría” y el alineamiento socialista de Argelia determinó ideológicamente la orientación política que favoreció la
constitución en 1964, en la capital Argel, del Movimiento para la
Autodeterminación e Independencia del Archipiélago Canario, MPAIAC. Instrumento
organizativo que liderara la lucha anticolonial, desde otros presupuestos
políticos que ya no fueron los de Canarias Libre o el Movimiento Autonomista
que fundara Antonio Cubillo en Canarias, siendo reconocido en 1968 por el
Comité de Liberación de la Organización para la Unidad Africana, OUA, en la 13ª
Sesión con la Declaración Solemne: “Las
Islas Canarias son un aparte integrante de África. No son parte integrante de
España. En consecuencia, debemos declarar que las Islas Canarias tiene derecho
a la autodeterminación e independencia como los otros Territorios Africanos
todavía bajo dominación colonial”.
Con esta Declaración adquiere
carta de naturaleza jurídica nuestra singularidad identitaria y política
expresada en una instancia internacional cuyas referencias con similar
motivación ya constaban en las Naciones Unidas, ONU, desde antes de 1960. El
compatriota y Secretario General del MPAIAC, Antonio Cubillo, no sólo consigue
incluir en la agenda oficial de la máxima institución del continente a Canarias
sino que marca un hito, sin precedentes en la historia, al conseguir insertar
nuestra causa en el marco general de las luchas de emancipación de los pueblos
de África y el derecho a constituir un Estado propio. Se iniciaba así, el
renacimiento o recuperación identitaria de la africanidad, largamente mutilada
por las maniobras de desarraigo del perverso
colonialismo español.
Tomás Quintana
Secretario General del FREPIC-AWAÑAK
Tomás Quintana
Secretario General del FREPIC-AWAÑAK