Como si fuéramos estigmatizados por un pasado de historia inconclusa, hoy, nuestras vidas siguen marcadas, en ese sentido, por la contingencia de lo inmediato olvidando aquello que nos permite reconocernos en nuestro espacio geográfico y de pertenencia, como parte de una antigua civilización que nos vincula y trasciende más allá de nuestra realidad física. Si, científicamente, está demostrado que nuestros antepasados no fueron godos, ni visigodos, ni vikingos, sino norteafricanos, habrá que deconstruir el endeble andamiaje histórico que ha sustentado el sometimiento político-militar y el proceso de aculturación colonial, y armar nuestra verdadera continuidad dándonos el protagonismo universal en equidad con nuestros hermanos afro-imazighen que nos corresponde. No debemos sustraer a las generaciones venideras esta dignidad como Pueblo.
Gomeros |
La historia de los imazighen, contada o escrita por antiguos egipcios, griegos, fenicios, romanos, vándalos, bizantinos, árabes, portugueses, franceses y españoles, es producto de sucesivas versiones de testigos de sus antiguos rivales, de ahí su carga mítica. Los procesos de dominación en la antigüedad, con las condiciones propias de incomunicación, consideraban como extranjero a aquellos que no hablaran su idioma. Los griegos, a todos los que no pertenecieran a su cultura, como barbari, término que utilizaron los romanos durante la resistencia de los imazighen a la invasión militar y cultural romana, y que prosiguió durante el periodo de dominación bizantina. Con la conquista musulmana, los árabes utilizaron como sinónimo de barbari el vocablo árabe barabar, hasta que los europeos a finales del siglo XIX, utilizaban barbaria o barbarie y Estados berberiscos para referirse al Norte de África, identificando, al contacto con la población árabe de Marruecos y Argelia, que la palabra árabe barbar se pronunciaba como berbères y berbers. De ahí, el uso de lo bereber o beréberes.
Massinissa |
Las Islas, situadas en el trasdós de la historia, en el espacio de la mitología, por historiadores, cronistas y aventureros, desconocemos el apelativo con el que antes de la irrupción europea los insulares de estas tierras éramos identificados. Aunque a los imazighen continentales en la época de Ramses III, los egipcios llamaban mashush; en el siglo VI A.C. el historiador griego Hekataios se refirió a los imazighen como mazyes; y, en el siglo V, Herodoto los denominaba como maxyes que, los historiadores romanos, con leves alteraciones fonéticas, citaron como mazikes. Nombres colectivos con se referían al pueblo númida, habitantes de Numidia, región del Norte de África.
Tomás Quintana
Vicepresidente de la Alianza Internacional de la Tamazgha, AIT, y cofundador del Congreso Mundial Amazigh, CMA