Cuando asistimos a celebrar el nuevo año 2014 del calendario
gregoriano -próximo al 13-1-2964 del calendario amazigh- añadimos a nuestra
historia un eslabón más de la larga cadena colonial y, ahora, como si fuera una
premonición, un barco proveniente del Puerto de Las Palmas de Gran Canaria ha
encallado en las costas de Tan Tan, a 116 millas náuticas de Arrecife,
Lanzarote. Un hecho ejemplar, que debe llamar más nuestra atención que
alarmarnos, pues pone a las claras que “el petróleo” está al albur de los
imponderables de la naturaleza y no caben medidas de seguridad infalibles en el
mar para evitar un siniestro ¡Aviso a navegantes! Para los que pretenden con
sus complicidades y exploraciones en aguas ajenas, seguir arruinando la vida y
los recursos de los canarios. Menos mal que, contrariamente a lo que han hecho
en casos similares las autoridades españolas, de momento, los marroquíes han
actuado con prontitud y veracidad en la información para evitar perjudicar sus
propias costas y las de las Islas Canarias.
Un eslabón colonial, el del 2013, que ha agudizado mucho más,
si cabe, las contradicciones -históricas, geográficas, socio-económicas y
geopolíticas- con los intereses de España y el devenir de las dos realidades. A
la vista de los acontecimientos en algunas identidades nacionales del Estado
español que, a pesar del miedo que éste pretende con la “pertenencia o no a la
U.E.”, no superará el argumento productivo del PIB de Catalunya y Euskalherría,
más importante para los europeos que el
chantaje político y antidemocrático que trata de imponerles. A poco, sólo quedaremos
con los damnificados de una residual España y heredar su hispanofonía; y, con
suerte, alcanzar la libertad y democracia que el Pueblo canario se merece.
Nosotros, nada tenemos que celebrar del fatídico 2013
-testarudo como su propio valor numerológico- ha sido un año que insiste en las
carencias de todo orden, especialmente económicas y políticas, de una sociedad
víctima del expolio y la racanería del Estado y los desahucios de bancos
españoles, quiénes “revolotean” sobre nuestras tierras desgarrando los
escuálidos recursos de las familias más débiles y hacen de la usura la ética
perversa. Sólo oportunistas y operadores turísticos seguirán frotándose las
manos y, ya, celebran los réditos del
nuevo año. A unos, les permitirá enajenar al menor precio el patrimonio de los
más necesitados y, a los otros, recoger
las mieles de más de 12 millones de turistas -ante el drama y la vergüenza de
400 mil parados canarios- a costa de recolocar a foráneos en prejuicio de los
naturales de estas Islas, legítimos destinatarios de sus riquezas que,
generación tras generación, han contribuido a desarrollar y mantener. Un
panorama que sólo una Ley de residencia reguladora de la condición de
residente, ecuánime para los que pretenden vivir en Canarias, o la consecución
del Estado Archipielágico podrá resolver.
Tomás Quintana
Secretario General del FREPIC-AWANYAK
Nota : fue publicado el 31- 12 -2014 ( por un fallo técnico se borró el artículo )