martes, 18 de marzo de 2014

PARA LA DESCOLONIZACIÓN ¡ABSTENCIÓN!





Ya anuncian la desafecta convocatoria de elecciones europeas y las organizaciones políticas con aspiraciones institucionales y medios de comunicación de Canarias se prestan a generar el estado de opinión propiciatorio del año preelectoral. También, no faltan quiénes con sutil amenaza y connivencia con el sistema criminalizan el recurso de máxima insatisfacción democrática como es el de abstenerse.

Una opción fraguada en la sociedad canaria, mantenida en el tiempo y agudizada con la crisis que llevará mayoritariamente a no votar en las elecciones próximas. Pues, a medida que escuchamos a personas o grupos de distintas sensibilidades parece más congruente, democrático y representativo NO VOTAR, como protesta contra quiénes han decepcionado reiteradamente a la sociedad y se reparten el poder en las instituciones que se han revelado agotadas e inútil andamiaje para el logro de la soberanía y auténtica democracia de los canarios. Las elecciones han resultado ser, la mayor de las veces, instrumentos perversos que ahondan en la frustración de los sectores más necesitados, un refugio y promoción de algunos personajes mediocres y enmascara de legitimidad  el anacrónico status quo impuesto en el Archipiélago Canario. Montaje electoral que es caldo de cultivo del coloniaje para legitimar la continuidad del saqueo de nuestros sectores productivos, libertades y derechos nacionales, desde la permanentemente miseria de la incertidumbre socio-económica y el limbo jurídico-político.

La independencia del Archipiélago del Reino de España, es la aspiración más antigua y permanente en el tiempo y en la sociedad que ninguna otra, es una voluntad arraigada en nuestra historia y la principal contradicción que debemos resolver. No es  una aspiración utópica o trasnochada, ahora constituye una demanda del dramático presente. Sólo una acción histórica y ejemplar de los canarios, con determinación política y social, llamando activamente a no votar desde ya, puede liberarnos de la apatía destructiva que supone este sistema de representación viciado. ¡ABSTENGÁMONOS! Es la decisión más justa y comprometida, con más posibilidad de éxito, menos dispendio económico, ausencia de corrupción política y con mayor crédito social; no es sectaria y representa a todos los que discrepamos: anticolonialistas o no. Con esta respuesta a  las convocatorias electorales de las instituciones autonómicas, del Estado español y de Europa, reclamamos nuestro propio sistema y su resultado permite que la voluntad mayoritaria sea indicación democrática y homologable en las Naciones Unidas, máxima instancia donde está y se dirime nuestro contencioso, ante la intransigencia y tiranía de quién nos sojuzga. Para así, recuperar la independencia y dotarnos de  nuestro propio sistema: no somos antisistema.

La abstención está cargada de congruencia anticolonial y valores éticos, nunca en Canarias ha habido opción política que, por sí sola, superara a  la abstención, tampoco la habrá en las próximas elecciones cuando llamen a votar a los damnificados de los dramáticos datos socio-económicos. La diferencia entre los votos que sitúan en el Parlamento Autónomo a los continuadores del calvario colonial y a los que no votamos ha estado entre el 17 y 21 por ciento. Objetivamente, las víctimas de los atropellos sociales y políticos, somos mayoría: los parados que representan el 66 por ciento de jóvenes y el 35 por ciento de la población activa; los casi 4 de cada 10 canarios que están por debajo del umbral de pobreza; las 4 de cada 10 mujeres que nunca han trabajado; los jubilados que, convertidos en mantenedores de sus familiares más jóvenes, viven peor que nunca; más de un tercio de la población con riesgo de pobreza; las víctimas de la fractura social, donde los pobres son cada vez más pobres y los ricos más ricos; y, también, los que callan o mantenemos una resistencia militante.

Un panorama inexplicable, si tenemos en cuenta que Canarias es la potencia turística más grande del mundo con la población más baja, y que sólo se puede explicar desde el  enriquecimiento de unos pocos con la miseria y el dolor de la mayor parte de la población ¡Sin salidas! Si nos atrincheramos en el miedo y la complicidad. Debemos luchar poniendo en valor todo el  potencial de la sociedad canaria: fechando el anacronismo colonial con el diferendo de la descolonización y la constitución del Estado Canario para, definitivamente, recuperar nuestra INDEPENDENCIA.

Si los supuestos representantes de la voluntad popular gobiernan al margen de ésta y se someten a intereses de instituciones extrañas ¿A quiénes realmente  representan? ¿De qué democracia nos hablan en un territorio colonizado donde conculcan los Derechos de los Pueblos y del Hombre, y las condiciones políticas, socio-económicas y de relación con otras Naciones, están secuestradas por el Estado español?

Ya, ni las razones inescrutables justifican votar a nadie. Movilicémonos para la descolonización y acabemos con el anacrónico engaño ¡No los necesitamos! Desde siempre, han manipulado nuestras cuentas y se han llevado todo para devolvernos las migajas. No permitamos arruinar el futuro de nuestros hijos. Viviremos mejor con sólo conservar lo que España nos roba.

Cuando el flautista de Hamelín toque para ir a votar ¡No te dejes engañar! De nuevo, es para desriscarte al precipicio colonial de la mentira. Ningún embuste sustituye a la realidad y, menos, a la eterna geografía. ¡ABSTENCIÓN!

 

Tomás Quintana

Secretario General del FREPIC-AWANYAK, miembro del CDTN del Archipiélago Canario