martes, 18 de noviembre de 2014

GREENPEACE VÍCTIMA DEL ABORDAJE A LOS DERECHOS CANARIOS





Los incidentes del barco de Greenpace en solidaridad con la sociedad canaria y la protección de sus aguas, con tres víctimas por asalto de la armada española en las proximidades del lugar de las exploraciones, pueden que no se quedaran en eso y deparan una escalada del colonialismo sin precedentes, evidenciando la más oscura naturaleza del conflicto canario con la Metrópoli.


Repsol no es sino el señuelo, tras el que corren ingenuamente los ecologistas y el Gobierno Autónomo bajo el epígrafe de trato colonial, para desviar la atención del problema de fondo que es nuestra propia soberanía sustraída por el Estado español y antecesores. Quien instrumentaliza a esa compañía en favor de sus intereses geopolíticos contrarios al futuro de esta región atlántica es la misma compañía de Indias que expolió toda Latinoamérica y parte de África.
 Una actuación ilegal que vulnera el artículo 140 de la Convención sobre el Derecho del Mar donde se establece que las actividades como las prospecciones petrolíferas están sometidas a la consideración especial de los intereses y necesidades de nuestro Pueblo al no haber logrado la plena independencia u otro régimen de autonomía reconocido por las Naciones Unidas -el que tenemos no está reconocido- de conformidad con la resolución 1514, de la XV Asamblea de 1960, y subsiguientes.

Las intenciones y la intransigencia española tienen motivaciones que superan el discurso del petróleo o de las energías renovables. Da igual qué ministro, nacido aquí o fuera, haya dado las instrucciones, ni el PP, ni el PSOE, ni IU pero,… tampoco PODEMOS, van a ir contra los intereses de su propio Estado. Pues, lo innegable es que sus propios tribunales, a los cuales no reconocemos, sistemáticamente han rechazado los argumentos de la sociedad y las instituciones canarias; los ministerios, que han aprobado los informes y dado los permisos -a pesar de que no son aguas españolas; el
Parlamento, que ha votado en contra y, la constitución, utilizada para negar la consulta al sujeto de la democracia, que es el pueblo canario; así, como las Fuerzas Armadas Navales que atacaron e hirieron a inofensivos cooperantes de Greenpeace. Todos, son instrumentos del Estado español.

El tratamiento medioambientalista que se le da al problema de la exploración y explotación de nuestros potenciales recursos por una empresa extranjera contrastan con el sentimiento de la mayor parte de las gentes conscientes de la existencia del anacrónico coloniaje que impide cualquier iniciativa auténticamente democrática.

Un auténtico enfoque medioambientalista integra al ser humano, su identidad, su medioambiente y su cultura, por tanto es un error interpretar las protestas multitudinarias de la sociedad canaria sin tener en cuenta la propia naturaleza del problema y sus resultados que, como ya anticipábamos, nunca han tenido solución en el marco del derecho interno español, que nos es ajeno, porque son juez y parte.


Si, tal como dice el Presidente del Gobierno de Canarias "el trato del gobierno español es de desprecio y una falta de respeto", "el trato es colonial y para esquilmar los recursos" y "el trato que recibe Canarias es colonial y humillante". Si, además, en las últimas declaraciones a propósito del abordaje de la armada española el titular lo califica como "la mayor agresión después de la conquista" ¿Por qué no lidera e proceso de Independencia? ¿Es un pretexto, un contexto o una voluntad de ser libre? ¿Qué le resta al Presidente? Acabar con el problema y las humillaciones para salvaguardar la integridad de la sociedad canaria y, en un gesto de dignidad y responsabilidad con su verdadero Pueblo, situar la "cuestión canaria" -viejo eufemismo para referirse a la cuestión colonial- en el congruente ámbito internacional de la IV Comisión de Descolonización de la ONU.

Una determinación que pondría fin a los reiterados abusos de poder y expolio, sociales y políticos, del vigente colonialismo español, reiteradamente condenado por las Naciones Unidas, que impide hacer de este Archipiélago un País libre, democrático y con mayor prosperidad para los propios; con sobradas razones históricas, naturales, políticas y morales, para serlo.
Sólo el secuestro de nuestra soberanía permite la respuesta de la armada en aguas fuera de la jurisdicción del Estado español y nos reafirma en nuestra voluntad anticolonial.

Volvemos a invitar con todo respeto, si sus convicciones coinciden con lo que expresa, que nos acompañe presidiendo la delegación a la ONU para el desarrollo del expediente anticolonial. En todo caso la historia y los acontecimientos evolucionará sin que nadie sea imprescindible. Ni los firmantes ¡Azul fell-ak!

Tomás Quintana y Chema Hernández,
Secretario General del FREPIC-AWANYAK miembro fundador del CDTN y
Comisionado del CDTN, respectivamente
cdtn@canariasestado.org + 34 772 36 99 97